Los seres humanos somos soñadores por naturaleza.
Una persona que no es capaz de soñar, ha perdido por completo la esperanza.
Fué mi historia por un tiempo.
Yo sueño con una cabaña al lado de un lago o del mar. Con un ventanal octogonal que refleje el agua, donde me gustaría pasar un tiempo lejos de las tormentas de toda mi vida, escribiendo y trabajando con la gente, pero sin otra actividad laboral.
¿Qué sueñas tú?
Abraham toda su vida soñó a escondidas el hijo que no llegaba. (Génesis 15-22 ) y cuando lo tuvo, Dios se lo pidió.
Abraham no abortó su sueño, al atar a su hijo en el altar del sacrificio. Sino con fé y amor entregó lo que mas amaba, el sueño de su vida, a Dios. Y tuvo fe, en que depositaba su sueño en las mejores manos que existen en el Universo.
Abraham habia caminado con Dios toda su vida, conocia el Amor infinito del Creador, Su Gracia y Paciencia sin igual. También sabía que si Dios le quitaba algo, El, sabía porque.
El hijo de Abraham , Isaac , le fue devuelto, porque Dios convierte lo que se entrega, en material puro, no contaminado.
Por mucho tiempo luego de convertirme en cristiana, tuve muchos sueños que nunca se cumplieron, e hicieron doler mi corazón.
Hasta que un día escuché esta canción que coloco abajo, y pensé que debía cambiar mis sueños por los de Dios.
Pensé como yo me atrevía a reclamar sueños mientras el Señor Jesus vivió con un solo sueñó, morir.
Me imaginé cada día, a Dios caminando como Hombre, soñando su sueño de morir, para que nosotros viviéramos.
Luego recordé a Abraham y su sueño atado en el altar.
Hay una sola manera de soñar el sueño correcto, el sueño de Dios para nosotros, y es colocar nuestros sueños, o ese sueño, tan amado, tan buscado, en el altar, y entregarlo.
Dejar de afanarse por buscarlo, y de culparse por no obtenerlo.
Simplemente, con fe, dejarlo en el altar.
Cada día yo renuncio a lo que amo, a lo que sueño, y lo dejo en el altar, consciente de que si no lo recibo de vuelta, será lo mejor para mí de un Padre Eterno y Amoroso. Y si vuelve, será mas bienvenido que antes, porque será el sueño de Dios.
por Edith
ve el video aqui
Una persona que no es capaz de soñar, ha perdido por completo la esperanza.Fué mi historia por un tiempo.
Yo sueño con una cabaña al lado de un lago o del mar. Con un ventanal octogonal que refleje el agua, donde me gustaría pasar un tiempo lejos de las tormentas de toda mi vida, escribiendo y trabajando con la gente, pero sin otra actividad laboral.
¿Qué sueñas tú?
Abraham toda su vida soñó a escondidas el hijo que no llegaba. (Génesis 15-22 ) y cuando lo tuvo, Dios se lo pidió.
Abraham no abortó su sueño, al atar a su hijo en el altar del sacrificio. Sino con fé y amor entregó lo que mas amaba, el sueño de su vida, a Dios. Y tuvo fe, en que depositaba su sueño en las mejores manos que existen en el Universo.
Abraham habia caminado con Dios toda su vida, conocia el Amor infinito del Creador, Su Gracia y Paciencia sin igual. También sabía que si Dios le quitaba algo, El, sabía porque.
El hijo de Abraham , Isaac , le fue devuelto, porque Dios convierte lo que se entrega, en material puro, no contaminado.
Por mucho tiempo luego de convertirme en cristiana, tuve muchos sueños que nunca se cumplieron, e hicieron doler mi corazón.
Hasta que un día escuché esta canción que coloco abajo, y pensé que debía cambiar mis sueños por los de Dios.
Pensé como yo me atrevía a reclamar sueños mientras el Señor Jesus vivió con un solo sueñó, morir.
Me imaginé cada día, a Dios caminando como Hombre, soñando su sueño de morir, para que nosotros viviéramos.
Luego recordé a Abraham y su sueño atado en el altar.
Hay una sola manera de soñar el sueño correcto, el sueño de Dios para nosotros, y es colocar nuestros sueños, o ese sueño, tan amado, tan buscado, en el altar, y entregarlo.
Dejar de afanarse por buscarlo, y de culparse por no obtenerlo.
Simplemente, con fe, dejarlo en el altar.
Cada día yo renuncio a lo que amo, a lo que sueño, y lo dejo en el altar, consciente de que si no lo recibo de vuelta, será lo mejor para mí de un Padre Eterno y Amoroso. Y si vuelve, será mas bienvenido que antes, porque será el sueño de Dios.
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