PAZ

"Estas cosas os he hablado para que en mí tengaís paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo" Juan 16.33

-"No voy a hacerlo, no tengo paz con eso!" me citó un amigo para poner un argumento a que no haría lo que hace rato debería haber hecho.

Creemos que necesitamos tener paz con nuestras decisiones. Pero olvidamos preguntarnos de dónde, debería venir esa paz.

Hay distintos tipos de paz. Y debemos tener cuidado, con que significa, como la aplicamos y buscamos.

Porque hay tiempos de paz, y tiempos de guerra.

 En sí, paz tiene diversos significados. "virtud que dá sosiego al ánimo" "tranquilidad" "acuerdo de pueblos por no hacer guerra"... hay una paz que decide el mundo en no tener guerra, pero , puede haber una paz personal en aquel presidente que declara una guerra defendiendo sus principios o al pueblo que fue llamado a gobernar.

Hay una paz humana entre esposos o hermanos cuando deciden dar una tregua en sus discusiones, y puede haber paz en la calma de un corazón que abandona una relación violenta.

No creo que Moisés sentía paz en su alma cuando se enfrentó al Mar Rojo con  un pueblo que debía salvar, y sus enemigos pisando sus talones, pienso que cuando clamó, debíó haber estado al borde de la desesperación, Más la voz de Dios al ordenarle que  levantara su mano y abriera el mar, lo trajo a la paz que sobrepasa todo entendimiento.

En las decisiones importantes que tomamos a diario,buscamos mal un tipo de paz que no hallaremos. Toda decisión seria traerá cambios, y los cambios más que calma traerán tremenda inquietud, tal vez temor, mucha adrenalina . Y es normal que así sea. Porque todo cambio cambio trae lucha, y la guerra se contrapone a la paz.

Pero, cuando oimos la guia del Señor, Su Voz nos impulsa a salir, movernos, y sentiremos paz, Su Paz.

Paz en la tormenta, calma en la guerra.

"Mi paz os doy, yo no la doy como el mundo la dá, no se turbe vuestro corazón ni tenga miedo"Juan 14.27

Dios nos llama a vivir en esa paz, que es Su Paz, como un estilo de vida.

La  paz de Dios no puede alcanzarse sin una relación personal  de amor y adoración con El, y es un fruto del espíritu que debe ser buscado y cultivado.

" Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesus" Filipenses 4.7

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