Días difíciles.


En el día que temo, yo en Tí confío.  Salmos 56.3

Cuando la hora dificil llega, y la risa se apaga.
Cuando la tormenta brama en el horizonte y estamos tan cansados que la fuerza no aparece ni para moverse  a buscar refugio. Yo , en Tí confío.

Cuando la calma desaparece y el viento barre los ventanales del alma, dejando el corazón estremecido. Yo, en  Tí confío.


Cuando las lágrimas no cesan  y el dolor  no nos deja respirar. Yo, en Ti  confio mi Dios.


Hay días difíciles...tan penosos y duros que las fuerzas se agotan de tan solo tratar de superar un momento . Hay días que llueve intensamente sobre el alma , aún con un verano furioso y despejado en el tiempo físico.


Es tiempo de dejar de intentar tapar la tormenta con la mano, levantar los ojos al Cielo y decir simplemente "Yo, en Ti  confío Jesús".
Si en esta tormenta me salvas, yo confío, y si no me salvas, igual seguiré confiando que Tú, tienes el control.


Hay dos grandes corrientes entre los cristianos. Unos creen que fruto de la caída y del libre albedrío, si no decidimos lo correcto, seremos castigados, aún con la pérdida de la salvación. Los que creen esta corriente, acotan el poder del Dios de todo el Universo para solucionar aún lo insolucionable, incluyendo nuestros errores.
Los otros, creen que a pesar del libre albedrío, Dios cumplirá Su Voluntad eterna y Su proposito en cada uno.


Yo creo esto. Creo que mi libre capacidad de decidir, fruto de La Caída, debe orientarme a tratar de decidir lo mejor. Pero también creo, que si me equivoco, Dios convertirá esa situación para mi bien, y que si el Cielo ha hablado , completará Su obra perfecta según la diseñó.

En  mis días dificiles,Dios sigue teniendo el control. Y espera, que yo levante mi confianza en El, para obrar Su buena, agradable y perfecta Voluntad.

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