Días sin razón


"Este Dios nuestro, eternamente y para siempre". 
                                                       Salmos 48.14

Cae la tarde  y el grito de las aves que vuelan al norte embellece el cuadro salido de la paleta de un Dios artista. El celeste profundo de un cielo limpio se funde  en el verde oscuro de las hojas recién lavadas por la lluvia. 
El sol juega sus últimos rayos en una tarde digna de una acuarela. 
Qué facil se hace todo cuando el día es amable y el sol brilla. Cuando nos levantamos y todo sale como debiera, y nuestros oidos solo reciben  palabras de cariño y aliento.


Pero que hacer cuando todo sale mal. Cuando queriendo hacer lo mejor, hacemos lo peor. Cuando teniendo la intención de reparar, rompemos. 
Tal vez te haya pasado, estar en días sin razón.
Días de lluvia, tan grises  que   nada parece tener sentido. Y las tormentas amenazan no terminar. 
Donde salimos temprano y llegamos tarde.Y el cansancio y el desgano nos ganan.
Y nos sentimos luchar contra molinos de viento como el Quijote. Y descubrimos que nuestras armas para enfrentar ese momento no sirven.


Días dificiles.


El rey decía a Dios en el libro de Crónicas. "oh si me dieras bendición, si extendieras las estacas de mis tiendas y tu mano estuviera conmigo"
Pero que pasa cuando no somos librados de la tormenta. 



En esos días, es el tiempo de la fe. Es el tiempo de seguir creyendo que nuestro Dios fue , es y será, Dios, eternamente y para siempre. Siempre reina. Siempre tiene el control. Nada se escapa a Sus Ojos. 
En cada situación, pequeña , grande. Dios tiene la última palabra. El tiene el control,  y el volante de mi vida, aún en los días de lluvia. No tengo porque desesperarme. Con sabiduría infnita el Trino Dios de amor y justicia enhebra mi vida como perlas en un collar, y con Su paciencia que está más allá de todo hace caer cada perla a su tiempo en el hilo conductor de cada vida, hasta que el collar sea perfecto, y El coloque el broche que lo cerrará.


En las tormentas Dios forma nuestro carácter y nos enseña el valor de la dependencia total a El. sigue el faro de Su amor  y mantente firme. Porque nunca nos dejará Quien nos guarda. 

"En los días nublados no debemos olvidar que el sol sigue allí, solo es cuestión de tiempo y volverá  a brillar. De la misma  manera, aún cuando no lo podemos ver, Dios está allí teniendo control sobre todo, obrando Su perfecta voluntad. Si hago lo correcto a diario  y lo amo con todo mi ser, es solo cuestion de tiempo volver a verlo". Edith

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