Un largo viaje


  Vuelvo de viaje con  una cierta incertidumbre, tratando de encontrarme entre las diversas situaciones que me tocan. La fuerza de las olas del lago, se torna mansa en la amable bahía de los veleros, que siempre me recuerda porque decidí titular "Bahía Esperanza" a mi grupo de consejería. Todo es prolijo en la bahía de los veleros, que impecablemente blancos dan una nota azul con sus lonas y amarres. Entre la ruta sinuosa y  siempre congestionada, y el viento que encrespa el lago abierto, la bahía se esconde serena y se revela solo en un momento de la ruta. Simplemente esta allí según pasan los años de mi vida, recordándome que siempre hay un lugar amable en la vida donde fondear un tiempo. Dios es bueno.

     Vengo del maravilloso silencio blanco del campo en invierno mientras cae la helada,  al ruido frenético de la gran ciudad donde vivo. Vengo de acompañar a alguien que amo que camina su último tramo de vida, con las voces bajas que rodean a los que parten; y miro a mi nieta dormida a mi lado mientras viajo, pura vida llena de preguntas, proyectos y urgencias. Me pregunto dónde estoy parada, quien soy. Será que solo estoy aquí, entre la vida y la muerte, entre el silencio y el bullicio, entre tres generaciones... solo contemplando lo que se va y lo que viene?...

      Mientras miraba los cambiantes escenarios naturales reflexionaba sobre mi situación hoy. Dónde estoy parada entre tantas cosas diferentes que vivo. En que espacio y tiempo de este largo viaje que ha sido mi vida. con las situaciones extremas que me  marcaron y que a veces me gustaría ya no traer a memoria. pero  es mi historia, de ella vengo. Un día hace ya once años prometí no volver a dar la espalda a nada en mi vida, en especial a todo lo que me condujo al encuentro de Aquel que salvó mi vida. Soy tanto hija de mis nobles padres y del Dios que me rescató, como de la violencia , la muerte y el abandono que por tantos años formó mi vida.

     Quien soy de todas mis diferentes yo misma. La citadina que ama caminar entre la gente  por la peatonal, la que se refugia entre el lago y la montaña buscando el silencio?...La que acompaña tantas muertes, o la que ama vivir y lucha cada día ... La que  vive entre tormentas o la que ríe entre amigos dejando que la conversación se aquiete sola de tanto disfrutar...  La niña de trenzas y la adolescente que quería conquistar el mundo conviven en mi memoria con la que perdió todo y la que hoy sigue conquistando. Las muertes siguen dando paso a la vida , los días cambian y traen su propio afán. Hay tanto al mismo tiempo ... y me busco entre las muchas versiones de mí misma.  Soy la niña que nació en una cuna privilegiada, la que se jugaba desde adolescente por lo que amaba, soy la del cuadro de honor y la bandera y también la que se llevó las materias a marzo. Soy la que creyó terminado su mundo cuando quien amaba se fue, y soy la que hoy vive el amor como un intento de verbo diario. Soy la amiga, la pastora, la consejera, la escritora, rodeada  de gente casi siempre, pero  también la que a veces quiere estar sola. Soy la que abraza a todos pero a veces como me gustaría que nadie me conozca y volar al otro lado del mundo y que alguien me sonría no por lo que represento o soy, sino simplemente de puras ganas.

     Dónde estoy en medio de todo esto y de tanto peso de historia publicada por todos lados  que no puedo eludir...

     Entonces fue que miré los campos por la ventanilla, y de repente supe que por sobre todo lo que soy , está en Quién me reuno. Así como los campos miran al cielo esperando por la  lluvia, el sol, el trueno y la tibieza; así miré las nubes deshilvanarse y me dí cuenta que Dios está sobre todo lo que soy, y en El me reuno. En Cristo he venido a ser una, y todas mis facetas, y todos mis tiempos , en El se reunen. Y entonces entiendo , que ha sido un largo viaje, pero al fin llegué.

"Dándonos a conocer el misterio de su voluntad.... de reunir todas las cosas en Cristo". 
Efesios 1:9-10
"Todas las cosas por El fueron hechas, y sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho."
Juan 1:3    
     Ahora puedo  reconciliarme con mi pasado y conmigo misma, al entender que aunque el camino me ha cansado y a veces siento que tengo mil años y pocas fuerzas, sé que en El vendrán tiempos mejores,  y que un día, el tiempo de la canción llegará a mi vida. para ya no irse.  Entonces doblo el brazo y apoyo mi cabeza y sueño, sueño con lo que amo, sueño con ver bendición sobre los que amo, sueño con ese futuro que ciertamente llegará donde el lobo y el cordero pacerán juntos y un niño pequeño los pastoreará.
Y entiendo que no estoy lejos del tiempo de la canción, porque  aunque con lágrimas, ya le he dado la bienvenida en mi corazón.
"Mi amado habló y me dijo: 
Levantate, oh amiga mía, hermosa mía y ven.
Porque he aquí ha pasado el invierno,
Se ha mudado, la lluvia se fue;
Se han mostrado las flores en la tierra,
El tiempo de la canción ha venido".
 Cantares 2

Edición texto: Edith Gero

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