"Amar es el arte de armonizar las diferencias" -Sergio Sinay-
Todo en el Universo es único y singular, no es una idea mía, a lo sumo retransmito lo que pensó el Creador cuando nos hizo. Cada ser humano es tan único como cada copo de nieve, o cada estrella en el espacio. Desde la frase inicial el experto en vínculos Sergio Sinay comienza reconociendo tales diferencias y aseverando que el amor es tratar justamente con ellas.
Sin embargo las personas tendemos a querer nivelar todo a nuestra medida apenas iniciamos una relación de cualquier tipo. Como si las diferencias naturales arruinaran la probabilidad de interactuar.
Y me pregunto...¿nivelar a la escala de qué valores? ¿de los míos?
Es como querer decirle al Creador que se equivocó en hacernos diferentes y de alguna manera mi diferente óptica de la vida y de todo es un poco "mejor" que las demás, e intento que lo demás se acomode a lo mío.
No miramos a los otros como son y nos enriquecemos sumando sus diferencias, sino intentamos convertirlos a nuestra forma. Sé que soy bastante irreverente pero el término convertir me hace ruido en el oído. En tiempos pasados padecí varios tipos de adoctrinamiento y me suenan parecidos. Creo que ni aún la búsqueda de la esencia de la vida y de Dios mismo es algo para convertir a otros sino algo por compartir, o si se quiere allanar camino para otros pero siempre respetando.
Hay un principio de similitud por ahí para quienes buscan pareja, y dice que mas cosas en común tengan, más probabilidad de éxito tendrán; lo que es equivalente a buscar lo parecido. No comparto. Es más, lo veo un tanto monótono, sin la riqueza de tomar una relación como la oportunidad única de una aventura de nuevas cosas por descubrir y aprender. Respeto la diversidad creada por Dios, El nos ha hecho como somos, y ha puesto en nosotros el poder relacionarnos respetando nuestras diferencias. Además cualquier estadística o muestreo de campo te dirá que tal aseveración no tiene demasiado que ver con la realidad.
Si me agrada otro principio pero esta vez científico que es el mutualismo por el cual dos seres vivos totalmente diferentes interactúan y cooperan obteniendo beneficios mutuos.
Ahora, las diferencias en una relación se armonizan como dice Sinay o se sufren. Nadie decide que las situaciones lleguen a nuestras vidas, pero sí podemos elegir como vivirlas.
Así que esta mañana te invito a mirar el video de la entrada y que pensemos juntos. El café es el mismo siempre, y las diferencias de las tazas no solo no afectan a la calidad del café sino que hasta pueden ponerle un valor agregado.
A mí me encanta tomar café. Es algo para mí que invita a tener esos tiempos de lectura o charla amenas y tan ncesarias en la citadina y agitada vida. En mi casa las tazas de café son todas diferentes. Yo estoy encariñada con la mía que me regaló mi hija, mi hijo tiene la suya que le regaló un alumno de piano, nos gusta tomar café en "esas" tazas, diferentes, tan únicas como la expresión de la vida en cada persona.
Si amar es la orden primordial universal para cada día, es amar lo diferente.
Disfruta tu café. Que tengas una preciosa semana.
por Edith Gero
Imagen: Catarina volando/ www.bigxy.com
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