Se hace lo imposible y lo inimaginable por lograr un mínimo espacio de poder. Es como si tenerlo afirmara al hombre sobre una conquista incierta pero conquista al fin.
Estaba viendo por nosecuantavez la primer película de la preciosa zaga "Narnia", deleitándome en el poder de la resurrección.
El poder que cambió la historia, el poder que trajo libertad, el poder que trajo sanidad, unidad y victoria verdaderas. El poder creador y destructor, el poder del amor, el poder del viento y de las olas, el poder que late en el pequeñísimo corazón de un bebé que se gesta y el que mueve las alas tanto del águila como del pequeño gorrión. El poder que respeta las diferencias
Con un corazón conmovido hoy celebro ese poder que nunca será nuestro, pero de puro amor eligió el corazón del hombre para derramarse. A Él sea por siempre el honor.
Texto Edith Gero
Imagen: www.demovies.ru
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