Una vez, cerré los ojos, y alguna parte de mi corazón desplegó sus alas y voló.
Y con los ojos de mi alma pude ver, un valle increible con un manto de suave neblina. Colinas verdes lo protegían alrededor.
El suelo estallaba en color, flores cuidadas, agrupadas conformaban un paisaje único...
La belleza sin igual de lo que veía me quitó el aliento de puro asombro, y me arrancó una lágrima agradecida.
Fue una de esas escasas veces en que Dios debió haber pensado que yo estaba agotada...Y mi ser tan árido como un pequeño desierto. Entonces decidió regalarme esa pequeña y fugaz visión de un mañana distinto.
Las flores no crecen en cualquier lado.
En una época de mi historia, gris y muerta, no me gustaban las flores. Creo que mis ojos sombríos no podain apreciarlas. Le escapaba a los perfumes y a los colores.
Estaremos hablando de como encontrar la belleza escondida, aún en la peor situación. Porque ciertamente, Dios puso belleza en todo.
"Porque he aquí ha pasado el invierno,
Se ha mudado, la lluvia se fue,
Se han mostrado las flores dela tierra,
El tiempo de la canción ha venido"
Cantares 2:11-12
Cierra tus ojos un momento, abre tu corazón, y viaja conmigo.. Mira la eternidad que pronto viene, sin dolor, sin conflictos.
Donde toda lágrima será secada. Mira las calles de oro, las puertas de perlas, los campos mas verdes que jamás pisaste.
Viaja con tu alma donde las flores crecen.
Comentarios
Publicar un comentario