Juégate!


Tal vez oíste mil veces estos hipotéticos comentarios que desnudaban una realidad interna...
-No hablo para no lastimar.
-No quiero meterme en su vida para no desarmar lo ya construido.
-No me atrevo a cambiar esta situación, seguro que no serviré para llevarla adelante.
-No empiezo esto porque seguro que no lo terminaré ni saldrá bien, así ha sido antes, para que hablar, para que hacer, ya antes no sirvió.

El problema no es la situación externa que te desafía, el problema no es problema diría Arjona. El problema es el "para"y el "porque".
Esos "para"y "porques"que nos condicionan a no hacer algo, viven y cobran fuerza en nuestro interior, no por situaciones externas que los motiven.
Si actuamos o dejamos de actuar basados en lo externo, tendremos excusas por mil años para nunca hacer nada.

Estoy tratando de que llegues al simple reconocimiento que generalmente no nos jugamos porque no enfrentamos nuestros propios miedos interiores.

Entre tanto la gente, el valor eterno puesto por Dios para tu vida, te espera. Y tal vez nunca te alcance, porque no te dejas alcanzar. O tal vez te dejas alcanzar, pero pierdes en el tiempo de persistir, porque no te juegas. 

Nadie decidido a hacer algo será frenado por algo externo o interno. Pero el que no se decide a enfrentarse, no hará, y además culpará a lo externo por no hacerlo, trasladando así sobre otros su propia indecisión.

Medita en esto.... la vida es corta...
¿Qué peso eterno tiene lo que haces?

Todos los días eludimos cosas que debiéramos hacer y palabras que debiéramos decir, pero hacemos lo que no debemos y hablamos con quien no debemos y a eso si, le dedicamos un montón de tiempo...
Lo urgente por lo importante.

¿Qué peso eterno tiene lo que dijiste, lo que decidiste hoy?

 Mira la mañana de hoy lunes, cuanto tiempo le has dedicado a tu trabajo, a ganar dinero, algo que se desvanecerá tan rápido como una  pompa de jabón...
No tenemos problemas en jugarnos el todo por el todo para conseguir un mejor empleo, para cambiar de actividad,  para cambiar la forma en que ganamos dinero. No tenemos demasiado problema en decidir  el riesgo  de viajar a un país extraño. O de invertir decenas de horas editando o diseñando algo ( como en mi caso  que suelo abstraerme en mi trabajo...)

Pero llegado el momento de decidir cambios para clarificarnos, para hacer lo que realmente queremos, amar lo que realmente amamos. Ahí los para y los porque juegan , y nos coartan, y  impiden las decisiones.

Juégate. Juegate por lo que amas, por quien amas, invierte tiempo y decisiones realmente jugadas en personas, mucho mas que en cosas y trabajos. El trabajo terminará, el mejor cuadro se volverá polvo, mis palabras un dia no existirán mas. Pero el amor nunca dejará de ser.

Cuando tú siembras en decisiones de amor, cuando  te juegas por lo que amas,  siembras en eternidad. Juégate por la gente. Tal vez sea un valor olvidado en este mundo frio dónde nadie se juega por nadie. Pero hagamos algo diferente, dejemos una huella de inconformismo con la inercia.

Será porque estuve enferma, será  porque a veces la vida parece tan escurridiza, pero hoy tengo tantas ganas de jugarme por esta semana y pelear con el sol que se esconde hasta sacarle una sonrisa. Y pelearle a esta semana gris  una paleta de colores y ganarle. Y luego compartir con alguien el cuadro. Porque el Cielo es amplio, hermoso y generoso.
Juégate por lo que amas, atrévete al estilo de vida de Dios.



Imagen: Narada Falls, Mouns Rainier , Banco de Imágenes
Edición texto: Edith Gero.

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