En aquel tiempo dorado de mi adolescencia que aún no alcanzaba las crisis había una canción de Demis Roussos que decía : "Morir al lado de mi amor, acariciado por su voz". Para aquel entonces yo creía que el amor entre un hombre y una mujer debía llevar a eso, y ser así de fuerte. Querer envejecer juntos, y morir al lado del otro. Hasta que la muerte los separe como dice el voto matrimonial.
Tal vez se pregunten que pienso hoy, despúes del drama que me tocó vivir.
Pues pienso exactamente lo mismo. Mi fe en el amor real solo ha crecido, no podría ser de otra manera con un Dios tan maravilloso. Creo que Dios creó el mundo y luego de crear al primer hombre y mujer de inmediato creó el primer matrimonio, que sigue siendo la base de toda sociedad y de toda familia. Creo que el matrimonio es una entidad que le pertenece a Dios, aunque nosotros la utilizemos mal o bien, y que El sigue queriendo para El y para nosotros, ser una familia. Y por los principios de fidelidad y permanencia de los que estamos hablando, creo que Dios diagramó el matrimonio hasta la muerte.
Entiendo el corazón de misericordia de Dios hacia quienes como yo hemos sufrido y nos permite ser restaurados, pero el divorcio es un remedio para lo que ya está quebrado, aunque nunca fue la intención de Dios.
Sé que el mundo que hoy vivimos no cultiva exactamente valores como querer envejecer, y menos junto al otro. Por eso esta es una breve reflexión a que te permitas pensar en ello.
Hay una película que cuenta la vida de un hombre y una mujer que se encuentran y no saben que ambos están muriendo. Se enamoran y planean dejarse para morir solos. Pero el amor puede más, y permanecen a pesar del dolor en la agonía del otro. Cuando ella atraviesa sus momentos finales en el día de Navidad, él la saca del hospital, y con ternura la arropa y la lleva a las afueras. Sobre la nieve había armado para ella con enorme esfuerzo un árbol de navidad todo lleno de luces y regalos. Yo creo que Dios sonríe cuando vé estas cosas, después de todo, El las colocó en nosotros.
Contrariamente a todo lo que la ciencia pregona con sus colágenas formas y al cambio por algo más joven que la gente esgrime, creo que Dios planeó una forma digna y bella de envejecer, mientras aprendemos a danzar más lento y que no hay cosa más hermosa que ver aparecer las nuevas arrugas en el rostro de quien amamos.
Dios es vida, y tiene valores profundos en Su inmutable forma de vivir eternamente, valores en los que deberíamos indagar.
Por una vida digna, y su belleza escondida.
Imagen: All you need is love / Vía: Banco de Imágenes de José Luis Avila Herrera
Películas de Referencia: Griffin & Phoenix. / The Noah's Diary
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