Con quien caminas...



     Una relación es un camino que dos personas deciden caminar. Primero son dos caminos distintos  que cada uno recorre acercándose al otro "salvando distancias", pero si la relación se trabaja sanamente luego el camino se volverá uno, y ambos caminarán juntos por él.   Puente, verbo, construcción, pasión;  de todas formas siempre hay un camino en ello, un viaje, acciones, cambios de paisaje, y el amor necesario para cada paso. 
Relacionarse sanamente es el fin del proceso de restauración de una persona en el camino de restablecer primero su relación con Dios, luego consigo mismo y finalmente  podemos extendernos hacia otros.

     Entonces viene el tema de los ajustes diarios, esas pequeñas decisiones de vida de cada momento.  El día a día, el paso a paso, pasa a ser lo importante.
Porque una cosa es haber encontrado la salida, y otra mantenerse en el camino de salida. O haber sido libres un día, y mantenernos libres de ciertos lazos.  O haber aprendido las herramientas para seguir, y usarlas.
El propósito de seguir deja de ser "llegar" a algo (que normalmente nunca se alcanza y es un escapismo mas que sustituye el ayer por el mañana), importa solo seguir caminando correctamente. Hoy. Porque el mañana solo es el fruto de lo que hoy construyo y decido. Cuando llega el mañana, otra vez es hoy.
Día a día, ubicados en el hoy. Es el tema de un sano crecimiento.
Y ya ubicados en este punto, el tema de cómo nos relacionamos y con quien caminamos es crucial

     Antes que nada, mis pasos diarios deben acompasarse a los de Dios a cada momento de la vida en un permanente chequeo de mi adecuación a esto.  Porque una cosa  es vivir siendo un "cristiano ateo" -o sea alguien que se dice cristiano pero vive como si Dios no existiera como dice el nuevo libro de Craig Groeschel-, y...
Otra cosa es caminar con Dios.
Casi todas las personas reconocen que Dios existe, pero solo se acuerdan de El cuando tienen un problema serio, luego siguen caminando como ateos, como si El no reinara sobre cada amanecer y cada puesta de sol, y sobre cada uno de nuestros cabellos. Una oración desesperada no sustituye la relación original.
Cuando yo veo a tantas personas que diciendose creyentes niegan el unico camino al Padre  -Su Hijo- y niegan la total suficiencia de la cruz al creerse otra vez presos de adicciones, maldiciones y de mil oscuridades más, me pregunto sinceramente si tal persona entiende siquiera lo lejos que está de Dios.
   
     El paso a paso sin Dios no sirve. Volver a tomar el volante de la vida, volver a intentar controlar lo incontrolable  es volver al fallido y limitado esfuerzo humano. Otra vez el acento en nosotros mismos. Otra vez caminar mi propio camino y darle la espalda a Dios.
Y el camino sigue, claro,  la vida no espera a nadie y es tan fácil perderse en el diario esfuerzo por andar... pero el tema es unir Su camino al nuestro. Volver a caminar con El como al principio, no solo reconociendo que existe sino aprendiendo de El, bebiendo de su sabiduría y fuente de consejo, reconociendo Su Guía en cada situación.
Escuchando el sentir de Su corazón. Si Dios nos dió dos oidos y solo una boca, tal vez sea para escuchar el doble de lo que hablamos. Si no busco caminar con Dios cada día y escuchar lo que El tiene que decir sobre mi vida, no podré entender  hacia donde debo dirigir mis pasos.

     Una vez ordenada la prioridad, tengo que aprender a darme mi tiempo para caminar conmigo misma, cada día. Aceptarme, llevarme a buscar mi cuota de esperanza diaria. Amarme lo suficiente para tomarme cada día unos minutos para ver que estoy sintiendo y que debo hacer con eso. Sin culpas bloqueantes, sin una verguenza estéril, sino decidida a reparar lo que he roto y seguir construyendo.

     Y luego viene el turno de revisar con quienes camino en la vida,  ¿realmente quiero seguir ese camino?
¿Todavía disfruto a las personas con quienes he decidido caminar? O tal vez ya solo peleo por caminar, y solo miro el camino en vez de mirar al otro.
Intento decirte es que lo importante no es el camino, sino caminar, y con quien caminamos.  Los caminos se construyen, en sendas, trochas, avenidas.  En desiertos, montañas, selvas ó en paradisiacas arenas  -donde curiosamente es más dificil fijar el camino porque a cada paso el mar borra la huella-. Hay caminos por los que andamos de pura costumbre, y otros que decidimos hacer nuevos.
Pero en todos ellos no importa si llegamos o no a un punto, -porque luego se abre otro camino-, sino seguir caminando.

     Así como somos creación de Dios, ninguna persona llega a nuestro lado por casualidad, sino por causas específicas, y a veces por tiempos ó estaciones  para un propósito predeterminado en nosotros. Valoremos cada día, todo lo que llega, todo lo que sigue, todo lo nuevo, todo lo que se despide.
Es mi sincero anhelo que hoy puedas vivir este día y cada día, como si fuera el último de tu vida. Con la pasión necesaria en cada paso.  En esperanza contra esperanza. Dando hoy mientras caminas la mejor versión de tí mismo.

Ver video LISTEN TO YOUR HEART ~ Mike Rowland, Film by Ruedi & Priska Abbühl


Imagen: Otoño en Italia by Primo Masotti/ vía www.bancodeimagenesgratuitas.com
  
Texto: Edith Gero
Libro Referencia:  El cristiano ateo: Creer en Dios, pero vivir como si Dios no existiera (Spanish Edition) [Paperback] Craig Groeschel (Author) leer en Amazon el capítulo uno. 

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