Lo que me dejó el desierto


Vengo de una travesía de meses por el desierto.
El día que volví de las arenas llovía sobre una Córdoba helada, luego de meses de sequía.
Los tiempos del alma y los naturales se corresponden tanto a veces...
Miraba las gotas gruesas caer sobre la tierra reseca y hacer un ruido seco contra las hojas  del otoño.  Y podía sentir la lluvia del cielo mojar mi tierra reseca, terminando con mi sed.
"Lo bueno del desierto es que  termina en el mar", dijo un amigo.
Las estaciones se suceden sin interrupción en el alma como en la naturaleza.
Las arenas parecían interminables..., y de repente, todo había terminado, y la lluvia otra vez caía con su fresco tintineo.
Es tiempo de sembrar de nuevo, las horas no alcanzan, el teléfono no ha parado hoy. Es lógico. En el desierto no se siembra ni se cosecha, lo único productivo es lo que puedes atesorar dentro.

Sé que algo ha cambiado por completo, pero no  alcanzo a dimensionar que, ni me preocupa demasiado. Tengo otros ojos para ver la belleza escondida, tengo otras manos para extender, tengo una nueva y fresca necesidad urgente e impostergable por conocer mas a Aquel que caminó conmigo por las arenas en  "el yunque del sol" como me repetia  mi amigo, dándole un curso poetico a lo que quemaba bajo mis pies volviendo intolerantes los días y mi ánimo.
El yunque, instrumento de la fragua donde se trabaja el metal  al rojo vivo...
Hay una fragua de Dios, está en Sus desiertos, dónde El nos aleja del ruido y afan cotidiano, y donde el sol calienta el metal de nuestra espada al rojo vivo,  y la vuelve apta para ser puesta en Su Yunque, donde el Creador, dará la forma requerida a nuestra espada.

Le tenemos pavor a los desiertos, a la soledad.  A estar frente a la nada, y al mismo tiempo frente al TODOpoderoso. Las personas tendemos a sentirnos seguras aferradas a algo, o a alguien.  Nos gustaria sabernos seguros en nuestra casa, hoy y mañana.
En el desierto ni la huella permanece, el camello va pasando, y el viento borra de inmediato la huella, al rato ya ni sabes donde estás.  Todo es arena alrededor.

Los desiertos se transforman tras la lluvia, y campos de flores brotan de la nada, la arena se transforma en un mar de colores.
Pero ya no quiero ver para atras y que pasó en las arenas... he llegado al mar y el olor salino me llena de inquietud y preguntas, pero tambien me recuerda que debo seguir.
Nunca aprecias tanto el agua, en cualquiera de sus formas, como cuando la pierdes. No hay agua en el desierto, solo una sed espantosa. Estos dias he mirado la lluvia, el lago de nuevo con su  belleza irreal, el agua gotear en la canilla, y he recordado tanto a mi Señor con la samaritana, diciendole
"del agua que Yo te dare, no volveras a tener sed jamas"
Ella le ofreció agua natural, El le devolvio el Agua que no cesa, agua viva.

El desierto me ha dejado con una necesidad increible por esa Agua viva.
Es como haber probado un sorbo, y eso solo provoco en mi mas necesidad.
En la soledad del desierto probé del Amor del Dios de los desiertos, y mi corazón quedó enlazado sin remedio  a El.
Hay un punto de tal soledad cuando caminas  por ese yunque del sol, que precisa Su Presencia. Hay un punto de reconocimiento de tanta imperfeccion personal, que precisa de Su Perfección para seguir.
El punto donde rendirse, es vencer.
Las batallas del desierto, son las únicas que ganas rindiéndote.

"En el desierto hay cosas que solo se pueden hacer de noche" me instruía mi amigo. Claro, el día quema. De día solo se puede intentar caminar, (porque nadie quiere vivir en el desierto) y protegerse del calor que te quema el cerebro y no te deja ver nada.
Las noches entonces, son activas, y dificiles, porque de noche salen también los únicos habitantes del desierto, alacranes y esa clase de cosas.

No se cual de esas noches que me encontró desvelada fue, pero de repente pude ver algo en mi total oscuridad, y entendi que tal vez debía dejar de intentar salir. Me sentia luchar y luchar como con los molinos de viento de Don Quijote, mientras Dios, solo me observaba y no prosperaba nada de lo que intentaba por salir.
Caí en la cuenta de que tal vez estaba ahí con un propósito... ¿no fui yo la que tantas veces dije que los desiertos de Dios no son ni pruebas ni castigos a veces?
Asi que en plena noche y agotada ya de tanta sed, me rendí.  Caí de rodillas y solo me rendí.
Fue luego de ello que algo sutil cambio.

Hasta ahi venía solo mirando el suelo, cuidándome de los insectos ponzoñosos y buscando agua.   Pero como era de noche, y ya me habia rendido, levante mis ojos, y ví... ¡el cielo!
El cielo mas increible que he visto, y que solo en los desiertos verás. Todo un cielo sin limites, lleno de estrellas , lleno de luces bellisimas, El infinito cielo donde habita mi Dios.
Y llegué a una pequeña conclusión, el desierto está lleno de la Presencia de Dios, mi vida cotidiana está llena de El, y mis tiempos de pastos verdes no hacen mas que decirme de Su amor y bondad.
Así que llego a concluir que Dios irremediablemente llena todo, y me busca, y me sigue hasta que me rindo y me dejo encontrar.

Para un momento tu vida, cierra tus ojos, habla con tu Padre, y dejate alcanzar por el amor  que rige este universo.
Ciertamente hay un Dios, de inconmensurable belleza y poder. Ahora alza tus ojos al cielo, y mira, mira lo que vendra, mira la infinitud, mira la eternidad.

Comentarios

  1. Gracias por el correo. Estoy pasando por un desierto enorme y este apunte me da nuervas fuerzas. Fui nombrado misionero y por circunstancias ajenas eso no se dio, el golpe fue muy fuerte y aun no he podido superarlo. Mis hijos y mi esposa me esperan pero el frio en mi corazon me mantiene alejado de todo. Espero sus oraciones...

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  2. Ruben, leí tu comentario, por favor escríbeme a rompeelsilencio@yahoo.com.ar para tratar tu tema personalmente, y dejame tu casilla. Dios es fiel, y El siempre tiene razones perfectas para su perfecto accionar. No tomes el desierto como un castigo ni una traba. Dios esta formando tu caracter, y te sacara purificado como el oro

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  3. Cuan hermosas palabras de aliento y esperanza se reflejan en tan linda reflexion, es tan cierto que nos aferramos a nos estar sujetos a cambios cuando son ellos los que nos alientan hasta el simple hecho a sentir que estamos vivos.
    He perdido mi empleo el cual realizaba con amor ya que es mi es gran pasion y ese vacio y soledad siento...

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  4. Gracias Edith. En este momento me encuentro amenazada juridicamente y me dicen que me van a embargar si no cancelo una deuda que se me ha hecho imposible pagar y sus mensajes me alientan para no desmayar y seguir esperando en el Señor Jesucristo que solo El me sacara de este desierto seco y tortuoso. Que Dios te bendiga grandemente y por favor contestame. Edy.

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  5. Edy, dejame tu correo o escribeme a rompeelsilencio2@yahoo.com.ar para enviarte material de refuerzo para llevar la crisis adelante. Pon en alto tu fe, sostente en Dios, "muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas, le librara el SEñor" . Dios es fiel y soberano, decida suplirnos o no, El ejecutara su voluntad perfecta y ciertamente, se hara como lo ha predestinado. Levanta tus ojos al cielo, y di "yo confio en ti, mi Señor"

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  6. Anónimo4:49 a.m.

    ¿qué es un desiertoo?

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  7. Anónimo4:50 a.m.

    ¿qué es un desierto?

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  8. Te respondo aquí porque no has dejado tu correo. Un desierto amigo, es un espacio de vida, como un páramo desierto. Duro, dificil, a veces con tormentas. Que se caracteriza por la escasez (no hay agua, puede faltar comida) y por una intensa búsqueda. Traslada lo mismo al alma, o al terreno espiritual y tendrás la definición. Un tiempo de sequía, de busqueda de agua, y de tormentas. En el side bar o barra lateral encontrarás mis correos para escribirme por más aclaración, Bienvenido. Edith

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  9. cristina4:48 p.m.

    LLEVO AÑOS EN EL DESIERTO, HE TENIDO AFLICCIONES DE SALUD, SOLEDAD, ECONOMIA, TODO SE VINO ABAJO AL MISMO TIEMPO. ME HE SENTIDO COMO JOB.
    PERO TAMBIEN COMO JOB SE QUE LLEGAN TIEMPOS DE RESTITUCION.
    EN ESTE DESIERTO HE APRENDIDO A DEPENDER DE DIOS ABSOLUTAMENTE, AUN DE LAS COSAS MAS INSIGNIFICANTES.
    EN MEDIO DE TODO ME HA SUSTENTADO MI PADRE.
    NADA ME HA FALTADO.
    Y ME RINDO AL SEÑOR, A SER HIJO OBEDIENTE, A AMARLO, HE APRENDIDO A CONOCERLE , A AMARLE, EL DESIERTO ME HA SERVIDO PARA REFLEXIONAR SOBRE MI VIDA VIEJA Y TENER UNA NUEVA EN CRISTO.
    EN UN DESIERTO NO TODO ES MALO.
    EN EL DESIERTO DIOS DIO LA PROVISION A SU PUEBLO, LLOVIO MANA DEL CIELO.
    DOY GRACIAS A DIOS PORQUE EN ESTE DESIERTO HE APRENDIDO A DIMENSIONAR EL PODER Y EL AMOR DE DIOS.
    MI DESIERTO PRONTO TERMINARA,O YA TERMINO POR FE.
    GLORIA A DIOS.

    CRISTINA.

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  10. Yo quiero ir a Egipto, es lo que más quiero. No me importa pasar sed, estar sola en medio de la nada ni el calor, quiero ir ahi, necesito ir ahi. Siento que algo me espera.

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