Levántate


Lo que debía ser la dulce y esperada primavera, el renacer de la vida con su savia  estallando en hojas de un verde furioso...
Pronto se convirtió para mí en una tormenta de arena, que por semanas me dejó desolada.

Las estaciones del alma  no siempre se condicen con los tiempos físicos y menos con los tiempos perfectos de Dios, Quien vive fuera del tiempo en la Eternidad y por tanto no se mide por nuestras urgencias.
Cuando la pequeña nube del horizonte se ha transformado de pronto en una temible tormenta, y la arena nubla los ojos y seca la garganta. Es tiempo de esperar en el Dios de las tormentas. No avanzes. La nube que te guía se ha detenido. Espera con calma, escondido bajo las Alas del Altisimo Dios, que El reprenda la tormenta.

La tormenta cede, y la desolación asoma a veces. No temas, Dios está contigo. El sigue reinando en perfecta sabiduría y control. Ni un cabello caerá de nuestras cabezas sin que El lo permita.
Que no te detenga la arena acumulada, ni el paisaje desolado de las tiernas hojas arrancadas por la tormenta. La vida sigue latiendo.
La frase emblemática de la nueva película Robin Hood es :
"Levántate una y otra vez, hasta que los corderos se conviertan en leones".

Un día, el Cordero fue inmolado por todos nosotros, y se convirtió en el  León de la Tribu de Judá, cuya gloria veremos pronto venir por nosotros.
Levántate una y otra vez, hasta que los corderos se conviertan en leones.
Ciertamente, habrá un mañana distinto, hay una eternidad por la que pelear , por la que proseguir sin desmayar.

No te rindas, no aflojes. La tormenta pasará, no dejarán de sucederse las estaciones.
Nunca te rindas.
Sigue caminando. Con tu fe en alto, tu confianza correctamente colocada. Siendo entendido en los tiempos.

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