Algunas personas caímos alguna vez hasta lo más profundo de la degradación humana. Y hemos arrastrado por años la vergüenza de la oscuridad que tocamos. Para algunos expertos de la salud psíquica, tal "vergüenza" por nuestro pasado nunca será olvidada, domina nuestro hoy y lo condiciona.
(Gracias al Padre por Cristo, que nos amó de tal manera que siendo Dios se despojó a Sí mismo, para llevarse mi vergüenza.)
Así que aquí estoy, con ese pasado que no se puede cambiar. Nada puede devolverme los hijos que perdí ni el cuidado que no tuve ni los años oscuros. El tiempo es implacable.
¿Qué tengo hoy , para no seguir enlazada a mi pasado , a mis pérdidas y a mi vergüenza?
TODO LO QUE TENGO SON MIS DECISIONES.
Y eso me alcanza para decidir vivir. Para saber que podré lograrlo. Para tener esperanza. Para acceder a la fe que mueve montañas. Para creer, en esperanza contra esperanza. Para decidir que todo lo que recuerdo de caer es que ahora soy más fuerte para seguir. Me alcanza para tener el amor suficiente para cambiar yo en vez de mirar a los demás. Me alcanza para decidir amar , perdonar, respetar. Me basta para decidir poner tantas bondades que tapen los días oscuros .
TODO LO QUE TENGO SON MIS DECISIONES
Porque Dios existe pero debo decidir seguirlo si quiero que sea una realidad mi vida con El.
Porque la Salvación existe pero debo decidir que Cristo es el único Camino a ella.
Porque el poder en la debilidad existe, pero solo por medio de Jesús.
Porque la obediencia a las reglas eternas de Dios trae bendición, pero debo decidir aprenderlas y obedecer.
Porque la desobediencia a tales reglas trae severas consecuencias , pero puedo decidir no hacerlo.
Porque la habilidad de amar se desarrolla , pero debo decidir abrirme al amor y cultivarlo.
Porque el perdón sana y libera pero debo decidir buscarlo.
Porque el pasado sirve para corregir mi hoy, pero debo decidir abrirlo y tratarlo para que sea sanado.
Porque la reparación existe, pero debo decidir reconstruir con nuevos valores.
Cada día Dios renueva sus Misericordias y una nueva vida es posible a diario, si solo me decido por ello.
La reconstrucción plena de cada vida es posible si me decido en esforzarme en completar su proceso. Aún si has tocado fondo, se puede aplicar mi "Principio del impulso" y aprovechar el fondo para dar la patada que te sacará más rápido hacia arriba mientras la Mano amorosa de Dios te rescata del hoyo.
Todo lo que tengo hoy, son mi fe y mis decisiones. Y de ellas depende mi hoy, mi mañana y mi eternidad.
Decide por la vida, decide por el amor. Y recuerda el único Camino eterno trazado hacia estas dos palabras. Dios bendiga tu semana y Su lluvia esté sobre tu vida.
Edición texto: Edith Gero
Imagen: The Colors of our Planet XI (Landscapes) , Banco de Imágenes de José Luis Avila Herrera
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