Mi Refugio


Te levantaste aquel día con el mismo peso en el corazón de todos los días desde que empezó la crisis. Descorres la cortina pero es otro día gris, porque no hay sol cuando se tienen veladas las pupilas del alma. Miras afuera y solo logras ver un desierto sin fin. Estás cansado de tanto pelear y la impotencia te quita aire al respirar...

Cuando la crisis se instala sin permiso previo, de poco sirven los logros y aptitudes.

Menos cuando el paso a la vida eterna llena de preguntas con viso de inmediatez.

Adónde se fue todo lo que programabas creyendo que la vida es para siempre. Y todo lo que dejaste de hacer postergándolo para luego.

Todos los días puedes pelear la buena batalla y hacer de tus días un inmenso acto de reconciliación con Dios, con lo pendiente, contigo mismo. Pero llega un punto en que las batallas personales no alcanzan. Y la tormenta sigue amenazando con no terminar hasta que termine contigo.

 Hay momentos para pelear, y es bueno hacerlo. Y aun aprender a hacerlo mejor.
 Luego es el tiempo de descansar en el dulce Refugio de Dios y hallar en El tanto la fuerza de empezar de nuevo,  como el aliento para el tiempo que dure el desierto, o el consuelo para enfrentar lo irremediable.

Las mejores batallas se ganan de rodillas... Cuando vamos frente a El y dejamos todas nuestras imposibilidades, Dios se levanta para pelear nuestras batallas.

video "Mi Refugio" sobre una historia real.
Imagen: Arco iris en las montañas, vía: www.bancodeimagenesgratis.com

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