Esos detalles...


"Gracias por tu detalle" es la forma amable y dulce con que algunos centroamericanos agradecen las pequeñas atenciones de las que se nutren las relaciones.
La aplican especificamente a los detalles de cuidado.

El término "detalle" aparte de sonarme grato me parece como algo tan buscado..., tan minuciosamente recordado. Creo que a todos nos faltan a diario esas atenciones de parte de otros que nos permiten tomar aire y descansar en esas palabras.
Cada persona tiene necesidades únicas y no siempre se puede tener el mismo gesto de cuidado con diferentes personas. No a todas las mujeres les gustan las flores y los chocolates ni a todos los hombres las billeteras. Y un regalo costoso suele no lograr reemplazar la palabra no dicha. Tener un detalle con alquien no se trata de comprar voluntades con regalos o enmendar errores con grandes gestos, se trata de algo pequeño, cuidadosamente pensado para  cuidar del otro.
El detalle es encontrar en toda relación lo que hace sentirse feliz y cuidado al otro, ese gesto que le permite al otro descansar en que conocemos su necesidad o estado de ánimo.
Gestos de cuidado, de tolerancia, de respeto; por el tiempo, el cansancio o los sentimientos del otro son formas en que el amor se manifiesta en los pequeños...
¡Detalles!.
Los dejo con un cuento. Y por cierto, a Dios le encantan los detalles.

El Pan Tostado

Después de un largo y duro día en el trabajo, mi mamá puso un plato de salchichas y pan tostado muy quemado frente a mi papá.
Recuerdo estar esperando ver si alguien lo notaba.
Sin embargo, aunque mi padre lo notó, alcanzó un pan tostado, sonrió a mi madre y me preguntó cómo me había ido en la escuela.
No recuerdo lo que le contesté, pero sí recuerdo verlo untándole mantequilla y mermelada al pan tostado y comérselo todo.
Cuando me levanté de la mesa esa noche, recuerdo haber oído a mi madre pedir disculpas a mi padre por los panes tostados muy quemados.
Nunca voy a olvidar lo que le dijo: ”Cariño no te preocupes, a veces me gustan los panes tostados bien quemados.”
Más tarde esa noche, fui a dar el beso de las buenas noches a mi padre y le pregunté si a él le gustaban los panes tostados bien quemados.
Él me abrazó y me dijo estas reflexiones: ”tu mamá tuvo un día muy duro en el trabajo, está muy cansada y además – un pan tostado un poco quemado no le hace daño a nadie”.
La vida está llena de cosas imperfectas y gente imperfecta.
Aprender a aceptar los defectos y decidir celebrar cada una de las diferencias de los demás, es una de las cosas más importantes para crear una relación sana y duradera.
Un pan tostado quemado no debe romper un corazón.
La comprensión y la tolerancia es la base de cualquier buena relación.
Sé más amable de lo que tú creas necesario, porque todas las personas, en éste momento, están librando algún tipo de batalla.
Todos tenemos problemas y todos estamos aprendiendo a vivir y lo más probable es que no nos alcance la vida para aprender lo necesario.
El camino a la felicidad no es recto.
Existen curvas llamadas EQUIVOCACIONES, existen semáforos llamados AMIGOS, luces de precaución llamadas FAMILIA, y todo se logra si tienes una llanta de repuesto llamada DECISIÓN, un potente motor llamado AMOR, un buen seguro llamado FE, abundante combustible llamado PACIENCIA, pero sobre todo un experto conductor llamado ¡DIOS!.
Autor Desconocido

Imagen: www.picstopin.com
Texto inicio: Edith Gero


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