Prohibido rendirse.

 

     En un mundo educado con urgencias de inmediatez y de sentir, se hace complicado entender que los procesos de cambio y sanidad son eso, procesos. Y todos estamos siendo procesados a diario (si nos dejamos, claro).

     La gente acude a buscar ayuda cuando ya tiene el agua al cuello y sumatorias de problemas muy dificiles de desentrañar. Quieren soluciones inmediatas, victorias y transformaciones repentinas.  Y cuando no lo encuentran se frustran y abandonan. Pero no es que los procesos no funcionan, sino que la mayoría no se queda en los procesos el tiempo  suficiente para ver un cambio.
     Un proceso se vive paso a paso en una lucha diaria de confrontación personal que debe ir más allá de sentimientos y ser capaz de resistir.
     Cuando dejamos de pelear lo que ocurre espiritualmente es que nos colocamos en territorio enemigo, y almáticamente pasa que todo en lo que habíamos logrado avanzar se pierde. Y empezamos de nuevo y abandonamos otra vez y perdemos terreno y tiempo. No hay victorias sin trabajo esforzado y consecutivo.
     Si uno cree por años una mentira, esa idea de engaño forma lo que llamamos  un "argumento" que es un pensamiento errado que se fortalece a sí mismo y termina por volverse un sistema carcelario mental invisible.  La parte más dificil de tratar de una adicción o de un retraimiento emocional es la conducta, y si esos hábitos se generaron en una mente gobernada por pensamientos errados lo que se siente como válido se valida  y se vuelve  realidad porque lo creemos.Y lo que creemos crece y la fe depositada en el engaño es nuestro error. Pongamos nuestra fe en Dios, en lo que Él dijo de nosotros,  renunciando al engaño y dejando que la Palabra y las verdades que contiene vayan formando nuestra nueva identidad en Cristo. Para que nuestro cuerpo, alma, mente y emociones sean libres no queda otra cosa que pelear a diario, no rendirse nunca. Aún si estamos extremadamente cansados de hacerlo hay que guardar el terreno ya logrado y plantarse allí sin ceder.
     Si hubiera un método más fácil te lo diría, pero no lo hay. Es un proceso diario. El mismo que yo llevo, y he llevado con mucho esfuerzo por trece años desde que me di cuenta de la realidad oscura donde yo misma me habia permitido estar. Despues de una década, mi vida apenas empieza a brillar un poquito, y falta tanto... Pero empecinadamente trabajo cada día en mí misma, y le dejo los resultados al Señor de la mies.
     Si te rindes, la realidad es que no solo te perderás a tí mismo en una mentira, sino que perderás tu eternidad, así que, a pelear. Levántate de la resignación dónde te abandonaste, sal de tu zona de comodidad, haz a un lado los pensamientos oscuros que como aves negras te revolotean con su engaño de "no lo lograrás", ármate de fe, y vuelve al frente de batalla. Tu vida no es cualquier cosa, con el Dios del Universo delante tuyo mirándote, no puedes darte el lujo de volver atrás.
     Todos fallamos, y todos tenemos deseos equivocados. Pero tenerlos no significa ser malos, y tampoco que es el fin. Podemos decidir no escuchar el error, y decidir lo que oiré en mi mente y permitiré que sea plantado en mi corazón. Podemos caernos y fracasar cada día pero eso solo prueba que somos humanos. Renunciar está prohibido.
     Al soldado que deserta casi siempre lo matan por la espalda. Y si vive no logra huir de sí mismo y de sus pensamientos. No te rindas. En caminos anchos y en los angostos y dificiles. Cuando hay sol y cuando la lluvia te desdibuja el camino. Sigue adelante. Nunca te rindas.

"No te rindas, aun estas a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,
liberar el lastre, retomar el vuelo.
 No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros y destapar el cielo.
 No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frio queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda y se calle el viento,
aun hay fuego en tu alma,
aun hay vida en tus sueños,
...
abrir las puertas quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron.
 Vivir la vida y aceptar el reto,

recuperar la risa, ensayar el canto,
bajar la guardia y extender las manos,
desplegar las alas e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos"
Mario Benedetti
Texto: Edith Gero
Imagen:  www.bancodeimagenesgratis.com


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