Leyenda del verdadero amigo


Dice una linda leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron. El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:

"Hoy, mi mejor amigo me pegó una bofetada en el rostro".

Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse.
El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo.
Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:

"Hoy, mi mejor amigo me salvo la vida".

Intrigado, el amigo preguntó:
¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?

Sonriendo, el otro amigo respondió:
ーCuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde ningún viento  en todo el mundo podrá borrarlo.

Nota del editor: Es muy útil distinguir entre perdonar y abrazar la ofensa. Cuando decimos que hemos perdonado pero seguimos ofendidos, hemos abrazado la ofensa y le damos vida en nuestro abrazo al rencor que no cede y la herida que no sana. No abraces la ofensa, hazte gentilmente a un lado y déjala pasar; el verdadero perdón tocará  el fondo de nuestras emociones y nos permitirá sanar. Escojamos  quedarnos con lo bueno, con lo que nos sirve para seguir, con lo que nos permite crecer a pesar del dolor; abrazar la ofensa (o la herida) sólo hará más largo y pesado el camino. Como dice el cuento..."escribe en arena las ofensas y graba lo grandioso en la memoria del corazón"

Texto: Desconocido
Imagen: En buenas manos

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