Despedida.


" A la memoria de Coty, la bebé amada por todo un pueblo"

Cuando escribí "dolor" hace unos días,  no sentía ninguna tristeza. Pero Dios preparaba este día.
Ayer una voz llorando en el telefono me despertó a un dolor que de tan agudo parecía irreal.
La pequeña bebé de Laura, había partido. Su corazóncito no resistió. Y Dios en su amor infinito decidió levantarla en Su Mano para llevarla a Su jardín.
Una flor fue cortada de la tierra, para ser plantada en el cielo.
Donde crecen las flores.
Donde ya no hay necesidad ni angustia ni dolor, y la Presencia amorosa del Padre lo llena todo.

Cierro mis ojos . No he podido dejar de llorar en horas. No pude soportar ir a despedirla.
Cuando yo perdí a mi bebé, Dios me sanó lo suficiente para poder seguir viviendo,  y Su Gracia me dió la fuerza de seguir.
Pero no trato bién ni siquiera conmigo misma cuando un bebé parte.
Yo sé que estará bién en los brazos del Padre, pero también sé que aún Jesus lloró  al ver el dolor de los que amaba. Las lágrimas fueron hechas para drenar el  dolor y dejarlo ir.
Hoy en el día de la primavera, el cielo no desplegó un sol increible. Está lloviendo. Aun el cielo llora.

Pero fue una lluvia tan hermosa, que nutrió la tierra y por momentos dejó asomar un sol en un aire límpido.
Mostrando que Dios nunca nos soltará de Su Mano.
Una lluvia tan breve y hermosa como la vida de Coty, un regalo del cielo para todos nosotros.
Coty fue la hija de la oración de un pueblo. Día a día, hora a hora clamamos por ella delante del Trono de Dios. Y desde su fragilidad física, ella se obstinó en vivir y regalar sonrisas en mil fotos.

Estoy segura que el cielo sonríe  y brilla por ella mientras es recibida en el Abrazo de la Gracia .
Te despido dulce Coty, a  mi manera, dejándote mis palabras como una flor, y mi oración por tus padres al Dios de mi vida.

Nuestra vida en la tierra es tan efímera  como la flor de la hierba del campo.  Pero si el Señor habita  en nuestros corazones mediante Su Hijo Jesucristo, hay esperanza de vida eterna. Y ciertamente habrá un mañana libre de dolor, donde las flores crecen.

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